Una vaga poesia payasa

Del sutil aliento,
De un viaje escapado y desconcierto,
Un carro, dos niñas y el sur…

Como se acostumbra, la siesta llama luego del almuerzo.
El le seca sus lágrimas y alivia sus miedos,
Ella tranquiliza la maquina de sus ideas,
y descansa por un rato la responsabilidad que pesa en su hombro.
Sus cuerpos se aman, se hacen agua, en un rato,
Una semilla comenzara a florecer.

Las niñas están bien, tienen zapatos y sus pancitas no se quejan.
Las niñas juegan mi amor.
¡Arriba esta el sol y la luna nos invita a soñar!
Todo cesará…

Desde el pecho de mi madre,
Hoy descansan mis fantasmas,
Hoy mis lágrimas corren por sus pezones
El pecho de mi madre es la almohada de algodón para mi alma,
La palabra de paz,
El beso suave, la música del cielo
Todo se serena mamá

En los barriletes de mi padre,
Me subo a soñar,
Me cuelgo a conocer, me trepo a espiar sus viajes.
robo un lápiz y me pongo a dibujar,
Me lleno de colores, me enloquezco de posibles risas,
Me empalago de dulce,
Todo es divertido papá.

Por el amor de mis padres,

Quizás hoy junte flores del suelo y me arme tocados.Tercer nena

¡quizás hoy por eso valla, río arriba!

La vaga

... tendré que soportar dos o tres orugas si quiero conocer a las mariposas...