Una vaga poesia payasa

Me haces cosquillas debajo de la boca,
pequeña polvorita.
Descubro un diminuto bicho en mi muñeca,
y si, lo dejo volar.
Observo a través de mi hombro,
los pasos de tus sandalias trenzadas,
la pollerita que vuela,
y algún recuerdo juega.

La cruz roja que marcó tu piel.

Te veo distinta a hoy.
Te mojas menos las manos
y te estiras más de sonrisas.

Sentada al umbral de la puerta, lloras,
al sentir caer gototas de tus ojos
y verlas estamparse sobre el piso de la vereda de ayer,
con portón de madera.
Olor a tierra mojada por carnaval.

Y me invento extrañarte, creando sentimientos,
es que este siglo se vino con todo.
Y me grabo de símbolos, algunos guardo en el bolsillo,
otros acumulo juntando historia.

Aun me siento pequeña,
pero la polvorita que queda, no la gasto en Chimangos.