Una intermitente Melodía




...todas las voces, son un profundo río de colores... Es lo que les traigo...


En constante sufrimiento y satisfacción
Vé el mundo que la rodea,

y está en él y lo vé también

y está en él y vuelve a verlo.
La veo,
como si muchas de ella habitan dentro. Hoy elige esta,

mañana quiere entrar aquella,

y en un simple y pequeño salto puede entrar otra.
Está en plena formación y crecimiento o eso siente, absolutamente todo el tiempo… si ella lo siente así lo será.
¿Por qué no escucha su sentir? ¿Por qué prevalece el sentir ajeno que el propio?
Introducirme dentro de ella, abrir los ojos dispuestos a filosofar con la maquina sensible de sangre, es maravilloso…y dejarlo fluir.
Infinidades de preguntas se hace, se titulan con lo verdadero.
Las vé brillar y revalzarse de ansias por la verdad. Eternamente compañera de la verdad.
Algunas veces quiere gritar, desgarrar el grito, para desechar opresiones antiguas, y avanzar junto al clamor.

El teatro la empujó a la caída y allí la recibió… dió cobija a sus mundos, él comprendió su sentir antes que ella misma, el dio poesía a sus pensamientos antes que la busque.

¿Y por eso, por culpa de la tragedia y comedia, aquella gran culpa, la veré ser una y otras a la vez?
¿Por el placer de ser actriz, por la belleza personificada un sin fin de veces?
El dilema con su forma es lo que trae, lo trae arrastrando por tierra y por cielo. Por agua y por fuego.
Cuando es el Chimango, al que nadie mira, al que le dan vuelta la cara y dejan ser libre con el raro rostro del desconcierto, del no entendimiento. Cuando es un Condor de magnífica fortaleza, se deja debilitar, se dejó renacer entre sus propias cenizas. Cuando es el Búho, observador de la vida. Cuando es el árbol que echa raíces en plenitud, es Liquid ambar, es Pepina y Colombina envueltas en llanto de recuerdos, de alegrías y tristezas, una extensión eterna de su nombre o esta llorona, esta ambigua y empalagosa sensibilidad.
Otra vez es Inmaculada, aquella puta que curaba el sarampión a los reclutas.



Una vaga poesía escuché,

una vaga poesía descubrí dentro suyo,

salpicando su cuerpo, guerrillero de sus pensamientos, artífice de su lectura débil y culpable de ser palpable.
Pero transparente… y allí estará, donde no la vean, desapareciendo y apareciendo,
Y volverá en una intermitente melodía de acordeón con un canto de búsqueda y encuentro en francés.


Y volverá

y volverá

y volverá...




volveré...

No hay comentarios: